No es lo mismo leer un cuento a los niños que narrárselos. Cuando les leemos somos un intermediario entre ellos y el autor, nos apegamos a las palabras y expresiones de este último. Ya sabemos qué debemos tener en cuenta al leer para niños, en cambio cuando narramos, las consideraciones son otras:
- No es necesario que memorice todos los detalles del cuento;
- Lo que realmente debe narrar son los argumentos;
- No es necesario narrar el cuento tal como lo leyó, palabra por palabra;
- En caso de olvidar algún detalle puede improvizar para dar continuidad al relato;
- Debe escojer un cuento que le guste y que haya disfrutado leyéndolo, así lo podrá contar con entusiasmo;
- Si el cuento es nuevo para usted, léalo varias veces hasta captar lo esencial del argumento;
- Seleccione de antemano el lugar más apropiado, donde haya el menor ruido o distracción posibles;
- Narre fuerte y claro, con la entonación adecuada a la situación que lee;
- Evite sobreactuar, esto también es un distractor;
- Tome en cuenta el tiempo que tiene, al narrar un cuento debe hacerlo en su totalidad;
- Observe las expresiones de sus oyentes y su lenguaje corporal para saber si está logrando lo que quiere, si nó, cambie su forma de hacerlo;
- Cuando pueda, apóyese en imágenes y objetos para ilustrar su narración.
Recuerde que narrar, como cualquier otra actividad humana, se perfecciona con la práctica.
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